W.H. Auden
Él buscaba un tipo ejemplar de perfección,
y la poesía que ideó fue muy fácil de entender;
conocía la estupidez humana como la palma de su mano,
y tenía un profundo interés en ejércitos y flotas;
cuando reía, políticos respetables estallaban de risa,
y cuando lloraba pequeños niños morían en las calles.
Enero 1939
Traducción de Jorge Ávalos
