
La primera vez que tomé fotografías en Santa María de Jesús, Guatemala, una vendedora del mercado sacó unos binoculares que tenía debajo de su manta, me vio con ellos en desafío y me insultó en Kaqchikel. Yo puse cara de enojo y establecimos un duelo, mirándome ella con sus binoculares y yo, con mi cámara, acercándome hasta que llegué a un metro de distancia de ella. Las vendedoras del mercado (todas eran mujeres) estallaron en carcajadas. Dos días después, nos encontramos en la calle. Ellas salían de la iglesia y me pidieron un retrato porque estaban ataviadas con sus mejores trajes y se veían «bonitas». Mientras encuadraba y enfocaba la cámara, un niño sacó su cabeza de entre las mantas y me miró.
© Jorge Ávalos
Me gustaron varias de tus fotos, principalmente la del cantaro, la jovencita de chalate y el rincon todo madera con escalera. Pero se aprecia sobremanera tus ganas de comunicar con el hecho de subir tu pagina a la web.Ese gesto es superlativo! Gracias por las imagenes.
Gracias por el comentario. Cada foto es para mí un tesoro en mi memoria, destellos de belleza en este país que hace tanto por negarla.